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a journal of literature & art

The Literary Review

Issue 9         Page 75

Seaweed

Seaweed? The water’s to and fro wove it

with the porous waves.

The hands? Their fingers brush against its tenderness

as they spin prayers

in the balmy dance.

Penelope strokes the nectars of patience

with her hands

as if embroidering the veins with honey,

the way women wait

for the outcome

of their filigree. 

 

The hands swim in the language

of loom and spinning wheel, and water-like

make beauty gently sway.

Seaweed with intervention

In the afternoon, still battered by the last waves

of a tide in retreat,

the ocean’s flotsam left behind

waves to and fro in the sand

part shunted away, part alive

and draped in moss.

 

I sensed a silhouette

a pregnant sea horse

a spinning wheel waiting to braid strands

a hologram with a password

an ancient key that might unlock all the treasures

secreted away in the ocean by the mermaid,

Guardian

of the Pearls.

Air

I seek out the corners of the air
like a homecoming breeze,
life
amid comings and goings,
like a gesture rattling the cosmic debris
of bloodlines.
The air recycles words at me:
mother,
woman,
butterfly,
muse
the way a larva yearns for regeneration
and breathe life out in others.
The air demands the name be kept
or the infinite renamed,
loving freedom’s every instant.
The corners of the air
say “I” to me,
the way we utter “territory.”

Without a title

Behold me here
in the castaways garden
between rubble and bones
underwriting sins
on the edge of death
A light remains
perhaps a promise
on my mother´s grave
no more than a firefly
fading
in its clumsy
flight…
Live, firefly!
for love is still green
and it is shadow
I crawl along
like a mound of earth
I’m stained lichen
dust on foot
wood shavings to the wind
like when the carrion of war
scatter
Suffering
is so much bloodshed
Many an open wound
can be stanched
as it pushes like a reservoir
no adjectives, no titles,
no warnings for that feeling
irrepressible

Nostalgia New York (2019)

Pasa la gente de otoño
con aullidos de viento, en serie
abrigos e idénticas siluetas
podrías ser tú, o yo
o los que fuimos.
Se menea el árbol que invita
el viento insiste
lo desnuda
la piel se agrieta
el tronco
desde las puntas de las uñas
y aún,
vigorizan las correntadas
que estrena el frío.
El árbol tambalea,
cae la rama,
crujen sus hojas
se pisan como letras que borrarán la raíz
en la memoria de la suela
Horas de sal cicatrizan
Ya no pasó el panadero de la infancia
No dejó sus ecos de levadura
sino las pedradas
de ceniza.

Algas

¿Las algas? las ha tejido el vaivén del agua,

con la porosidad de las olas.

¿Las manos? rózanse entre dedos su ternura

mientras hilan plegarias

en la coreografía del bálsamo.

Penélope, acaricia con sus manos

el néctar de paciencia como

bordar con miel las venas,

como esperan las mujeres

el desenlace

de su filigrana. 

 

Las manos nadan el lenguaje

del telar y de la rueca, y como el agua,

mecen la belleza.

Translation by Walter Krochmal

Algas con intervención

Por la tarde, aún golpeado por las últimas olas

de una marea en retroceso,

quedó el residuo del mar,

columpiándose en la arena,

entre arrumbado y vivo,

recubierto de musgo.

 

Intuí una silueta,

un caballito de mar encinta,

una rueca que aguarda trenzar briznas

un holograma con contraseña,

una llave antigua que abre todos los tesoros

que en el mar, ha escondido la sirena guardiana

de las perlas.

Translation by Walter Krochmal

Aire

Procuro las esquinas del aire
como brisa del retorno,
vida
entre ires y venires,
como gesto que sacude los corpúsculos
de la genealogía.
El aire me recicla palabras:
madre,
mujer,
mariposa,
musa
como aspira la larva regenerarse
y exhalar vida, en otros.
El aire exige conservar el nombre,
o renombrar el infinito,
amando cada instante de libertad
Las esquinas del aire
me dicen YO,
como se dice territorio.
Translation by Walter Krochmal

Sin título

Heme aquí
en el jardín de los náufragos
entre escombros y huesos
sufragando pecados
moribunda
Resta una luz
acaso una promesa
sobre la tumba de mi madre
tan solo una luciérnaga
apagándose
mientras vuela
torpe…
¡late! luciérnaga
que el amor es verde aún
y es sombra
Voy a rastras,
cual montículo de tierra
voy manchada de liquen
polvo caminante
virutas al aire
como cuando se esparcen
los charneles de la guerra
Cuánta sangre derramada
es sufrir
Cuánta herida abierta
puede contenerse
mientras empuja
como agua de presa,
sin adjetivos, sin título
sin advertencia, esa emoción
incontenible
Translation by Walter Krochmal

Madrugada

Abrirse a la madrugada,
con todos los poros,
y palpar la textura de su ojal.
Por donde se deslizan brochazos
que trazaron el último impulso,
de la noche pasada
para estrangular el hierro de las armas
y ese último olor a polución.
Es un rito, bosque de noche,
una música como hallazgo entre ramas,
el susurrar del cielo que nos devuelve la fe,
aunque fecundada de espectros.
Se exorciza un veneno
que se multiplica en la carne,
desde el aceite de las flores
Todo es posible al principio del sendero,
se esparcen las tinieblas vaginales,
y nace el sol.
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