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a journal of literature & art

The Literary Review

Issue 10         Page 114

NAUFRAGIO

Todo el que muere tiene la razón,

asalta el hierro

las dimensiones posibles.

Tregua angustiosa

en el rincón de la memoria.

La realidad se atasca,

habita

cosas cotidianas gastadas.

El temor de las noches era cierto,

un rumor,

piedad terrible

espacio que me niega.

Yo hubiera pensado

en mi cuerpo cubierto por cristales.

Ahora en la ventana

un olor a bestia

                   húmeda,

a punto de morir

devora el cielo con su cráneo,

como si conociera el fondo

de la intemperie

su tristeza.

Anatolia

Amanece en Anatolia

con el sol tras la silueta de templos,

sus puertas inaugurales

son astros resonando la presencia,

senderos de dioses que llevan a Éfeso.

Surge la voz fundamental

de las amazonas que infieren bajo el cielo

su extensión primordial.

Hijas de Ares, son diosas guerreras

que levantan columnas de arena

en tierra tibia golpeada.

El aire en ellas es el ímpetu

que extingue a los amantes agobiados

cuando surgen colosales sobre las arenas de Éfeso

en repliegue gigantesco

para bajo la tierra sembrar

la guía única,

segura que asiente bajo su matriz

el templo de Artemisa.

PALABRA INERTE

Afuera está

la espera interminable,

la indiferencia y el polvo,

el instante de haber muerto,

la música delgada

y la calle endurecida.

Apenas mueve el horizonte

esta oscuridad para volver al relámpago

mudo de la angustia

donde habitamos.

Enemiga de la luz

y del sonido

aprisiono tu mensaje en mi garganta.

ARQUETIPOS

                          I

Luego está vivir con uno mismo,

en mano propia abandonar los sueños,

vencer la tranquilidad de la mirada,

la turba irónica del espacio cotidiano.

Borrar de la memoria otros nombres

para alimentar la inmovilidad del agua,

del tumulto sentencioso

que confunde el vacío de la mirada.

También duermo algunas veces

a la otra orilla en el árbol vencido.

                             II

Desnudar la voz

para hundir el impulso en cualquier cuerpo,

en el desaliento tranquilo

y la lujuria, en el propio desnudo que confunde.

Perderse en la ola rítmica,

en el temblor de las manos

donde asciende el aire al universo

para olvidar el mundo en el sueño ilimitado.

Después verter tu voz que se levanta,

la posibilidad de otra vida

renaciendo.

SHIPWRECK

Everyone who dies is right

the iron storms

possible dimensions.

agonizing truce

in the corner of memory.

reality gets stuck

inhabits

worn everyday things.

The fear of the nights was true,

a rumour,

awful mercy

space that denies me.

I would have thought

of my body covered by crystals

now in the window

a beastly smell

wet,

near to death

devours the sky with its skull,

 as if its sadness knew 

the reason for bad weather

Anatolian

Dawn in Anatolia

with the sun behind the silhouette of temples,

its inaugural doors

they are stars resounding the presence,

trails of gods leading to Ephesus.

The fundamental voice emerges

of the amazons that infer under the sky

its primary extension.

Daughters of Ares, they are warrior goddesses

that raise columns of sand

on warm beaten ground.

The air in them is the impetus

that extinguishes overwhelmed lovers

when colossal they arise upon the sands of Ephesus

in a gigantic wave

to plant under the ground

the unique guide

that will secure under her womb

the Temple of Artemis.

 

INERT WORD

out is

the endless wait,

indifference and dust,

the moment of death,

the thin music

and the hardened street.

barely moves the horizon

this darkness to return to lightning

dumb with anguish

where we live

enemy of light

and the sound

I imprison your message in my throat.

ARCHETYPES

                        I

Then there is living with yourself,

in own hand abandon dreams,

overcome the tranquility of the look,

the ironic mob of everyday space.

Erase other names from memory

to feed the stillness of the water,

of the sententious tumult

that confuses the emptiness of the gaze.

I also sleep sometimes

to the other shore on the fallen tree.

                           II

undress the voice

to sink momentum in any body,

in quiet despair and lust,

in the nudity itself that confuses.

Get lost in the rhythmic wave,

in trembling hands

where does the air rise to the universe

to forget the world in boundless sleep.

Then pour your voice that rises,

the possibility of another life

reborn.

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