I)
SACIAR LA SED DE MIS OJOS
A mi madre
Aprendí la libertad antes de saber nombrarla
Mis primeras preguntas estuvieron dirigidas
al universo y lo incorpóreo
Sabía respetar sus silencios
y hundirme en los míos propios
Saciar la sed de los ojos rondando los montes
Humedecer mi hambre con las frutas generosas
Perseguir el vuelo de los pájaros
y descubrir sus nidos secretos
Apropiarme de un cielo preñado
de astros palpitantes
La imagen de mi padre la asocio
al amor, la música, el conocimiento y el trabajo
Así lo he soñado: bueno y protector
Estoy aprendiendo el lenguaje con el que la música
le habla al corazón
A detenerme más en las voces que han dejado huellas
en mi singular universo
Sus amorosos ramalazos de luz, belleza, paz y consuelo
me llegan inesperadamente.
III)
RECOBRARTE
Te vi madurar el fuego
compartiendo el vino
Desamarrar el lazo
muy lentamente
Abrir tu corazón a lo nuevo
Comprar palomas
para dejarlas libres
Tirar en los escaparates
los juguetes de cuerdas
Caminar por el valle
Mearte en los pozos
Vi con qué dureza te reprochaba
“el haber creído tanto”
Se derrite la cera
conque intentas moldear
de nuevo el mundo
Conoces de la paciencia de Ghandi
Y el odio por la sopa de Mafalda
Sus ojos traspasan
sonidos de ciudad
Calcinan su espalda
despiadados rayos
Angosto y ancho a la vez
es el camino de la sabiduría.
V)
AGUA
Penetrar los escondrijos de la tristeza
El pensamiento del cuerpo todo,
en el gesto transparente
Mis propias propias palabras
son a veces bálsamos
Recuerdo de éxtasis,
metáforas, imágenes, símbolos
que pretenden enseñarme
los colores de la vida
en momentos de olvido y ausencias
A veces las palabras me forman
un prisma sorpresivo
que recuerda la vastedad
del universo
A veces las palabras
me llegan cálidas
después de un intenso frío
e imagino nuevas ventanas
abriéndose al compás
de mis pasos dilatados
¡Ah!, cómo trato de buscar
aun sea una pequeña luz
en los espacios oscuros
¡Ah!, a veces la agonía
se abre paso en mi pecho
Pero sé que la tristeza
es parte del río
de la corriente de la vida.
II)
MÚSICA
Canta, canta, corazón mío
que el canto afloja los nudos
que la tristeza deja en el cuerpo
Baila, baila, corazón mío
que el baile desata los nudos
del pensamiento y une
Algo indeciblemente dulce
invade mi pecho con “La Traviata”
Y se afianza con la fuerza de la voz
y los ondulantes finales
Abandónate, entrégate, fúndete corazón
con la eterna música
Corta el silencio sagrado
con tu propio canto
y por fuera esa música
Bendita unidad, hazte más larga
Desbódate, trasciéndeme,
acúname, vuélveme a esa voz arrulladora
al lado tibio de la cama.
IV)
NO HAY DESAMPARO
La benévola luz irradia
por imprevistas brechas
Ya la alegre mano en la primera línea
Los más ingeniosos juegos
o las interrogaciones más inauditas
Centro del universo
Centro del ser
Día que vivo y descubro
el pensamiento interroga al corazón
Opaco sabor de paraíso
Con la escogida música
no hay desamparo.
© Bob Heman: 2021 collage – Waiting Inside – 18 Sept 2021 – (#3)
VI)
Water
To penetrate the hidden
sadness
the thought of the whole body
in the transparent gesture
My own words
are sometimess balsams
memories of ecstasy
metaphors, image, symbols
that pretend to teach me
the colors of life
in moments of forgetfulness and absence
Sometimes the words form
a surprising prism
that reminds me of the vastness
of the universe
Somtimes the words
come to me warmly
after and i intense inner coldness
and I imagine new windows
opening to the beat
of my prolonged paces
¡Ah!, sometimes agony
opens its way on my chest
But I know that sadness
is part of the current
of the river of life.
(Translated by Rita Lara, Pastora’s daughter)