Heme aquí
en el jardín de los náufragos
entre escombros y huesos
sufragando pecados
moribunda
Resta una luz
acaso una promesa
sobre la tumba de mi madre
tan solo una luciérnaga
apagándose
mientras vuela
torpe…
¡late! luciérnaga
que el amor es verde aún
y es sombra
Voy a rastras,
cual montículo de tierra
voy manchada de liquen
polvo caminante
virutas al aire
como cuando se esparcen
los charneles de la guerra
Cuánta sangre derramada
es sufrir
Cuánta herida abierta
puede contenerse
mientras empuja
como agua de presa,
sin adjetivos, sin título
sin advertencia, esa emoción
incontenible