El volcán de la Cumbre Vieja
La Palma agoniza a golpe de lava,
asolada por coladas de magma.
Las casas se derrumban, se desploman,
Las vidas se arruinan, se destrozan.
La fortaleza de naturaleza
volcánica hace que desaparezca
todo lo que se encuentre por delante:
una devastación digna de Dante.
Las lenguas de fuego, auténticas rádulas
gigantescas de babosas de fábula,
arrasan casas, naves y además
lo contaminan todo sus cenizas.
El aire ya se vuelve irrespirable,
el futuro isleño se antoja inviable.
Tony Dawson, 20 de octubre de 2021